El otoño es una temporada de transición en la que muchas plantas están entrando en un período de descanso o preparándose para el invierno, agregar materia orgánica como un buen sustrato, humus de lombriz, estiércol, etc beneficia al suelo y a las plantas al mejorar la estructura del suelo, aumentar la fertilidad, promover la actividad microbiana, proteger las raíces y conservar la humedad. Esto proporciona un entorno propicio para el crecimiento y desarrollo saludable de las plantas.
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Mejora la estructura del suelo: La materia orgánica aumenta la capacidad de retención de agua del suelo, mejora el drenaje y promueve un entorno favorable para el crecimiento de las raíces.
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Aumenta la fertilidad del suelo: La materia orgánica es una fuente natural de nutrientes. Al descomponerse, libera nutrientes esenciales para las plantas, como nitrógeno, fósforo y potasio, así como una amplia gama de micronutrientes. Estos nutrientes son gradualmente absorbidos por las raíces de las plantas, lo que favorece un crecimiento saludable.
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Estimula la actividad microbiana: El agregado de materia orgánica en otoño también promueve la actividad de los microorganismos beneficiosos en el suelo, como bacterias y hongos. Estos microorganismos descomponen la materia orgánica y liberan nutrientes en formas que son más fácilmente utilizables por las plantas. Además, ayudan a mejorar la estructura del suelo y a combatir enfermedades del suelo.
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Protege las raíces de las plantas: Agregar una capa de materia orgánica alrededor de las plantas en otoño puede actuar como un aislante natural, protegiendo las raíces de las fluctuaciones extremas de temperatura. Esto es especialmente beneficioso en áreas con inviernos fríos.
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Conserva la humedad: La materia orgánica ayuda a retener la humedad en el suelo al formar una capa protectora en la superficie. Esto es particularmente útil en otoño, cuando las temperaturas y las precipitaciones pueden variar, y puede ayudar a reducir la necesidad de riego adicional.
Y en caso de las plantas en los maceteros?
El suelo en maceteros tiende a tener menos capacidad de retención de nutrientes y agua en comparación con el suelo del jardín, por lo que la materia orgánica resulta beneficiosa de varias maneras:
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Mejora la retención de agua: La materia orgánica actúa como un agregado que mejora la capacidad de retención de agua del sustrato de la maceta. Ayuda a retener la humedad en el suelo por más tiempo, lo que reduce la frecuencia necesaria de riego y proporciona una fuente constante de humedad para las raíces de las plantas.
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Aumenta la fertilidad: Al agregar materia orgánica al sustrato de las macetas, se proporcionan nutrientes adicionales a las plantas. Esto es especialmente importante en macetas, donde los nutrientes pueden agotarse más rápidamente debido a un espacio limitado y un lavado más rápido del suelo durante el riego.
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Mejora la estructura del sustrato: La materia orgánica ayuda a mejorar la estructura del sustrato de las macetas al aumentar su capacidad de retención de nutrientes y agua. También ayuda a evitar la compactación del suelo, lo que permite una mejor circulación de aire y agua alrededor de las raíces.
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Estimula la actividad microbiana: La adición de materia orgánica fomenta la actividad microbiana en el sustrato de las macetas. Los microorganismos beneficiosos ayudan a descomponer la materia orgánica y liberar nutrientes de manera más accesible para las plantas. Esto contribuye a un entorno más saludable para las raíces y promueve un crecimiento óptimo de las plantas.
Para agregar materia orgánica en macetas, puedes utilizar compost, vermicompost, humus de lombriz como nuestro 'Néctar de Lombriz' u otros tipos de materia orgánica bien descompuesta. Mézclala con el sustrato existente o simplemente colócala como una capa superior alrededor de las plantas. Asegúrate de no sobrecargar la maceta con demasiada materia orgánica, ya que esto podría afectar la aireación y el drenaje del sustrato.